viernes, 28 de junio de 2013

Justicia (III): Los castigos

Se castigaban mucho tanto las faltas menores (insultos y peleas) como las mayores (heridas, pedradas, peleas con cuchillo, etc.); cada una tenia su castigo. En cuanto a las condenas a muerte, dependía de la clase de delito y de si era hombre o mujer. El robo era falta gravísima, castigada con la muerte. Si era mujer, la llevaban al puente sobre el Aragon, la metían en un saco, la ataban con una soga y la bajaban hasta el “ agoa “hasta que se ahogaba, como hemos relatado con Maria Gabriel en un artículo anterior. Si era hombre, unas veces lo despeñaban desde las almenas de la torre del castillo y otras lo conducían hasta la horca para ajusticiarlo. Sin embargo, si el delito era muy grave, lo llevaban a la horca arrastrado por un caballo.

La horca estaba situada a la vista de la villa, a la derecha del camino de San Babil, donde hoy están situados los depósitos de agua de la ciudad. Una vez ahorcados los dejaban allí colgados y eran pasto de los buitres y las alimañas. En una ocasión, el Merino mandó levantar una pared de piedra de siete codos de altura para que los perros vagabundos no se comieran los cuerpos de los ahorcados. Se dan varios casos de levantar horcas en diferentes pueblos de la Merindad, seguramente para escarmiento. En la cárcel de Sangüesa, situada en los bajos del castillo del Principe de Viana, había varias anillas clavadas en la pared donde se ataba a aquellos presos que eran encadenados o que se les ponian grilletes.

Aquí tenéis dos ejemplos de entre los muchos que he leído en estos años:

En una ocasión encuentran a dos judios sodomizándose. Son condenados a muerte, atados a una encina con cadenas y quemados vivos una y otra vez hasta que los huesos quedan reducidos a ceniza. Gracias a que los soldados bebieron vino en esa ocasión, esta historia figura en el libro de Comptos junto al registro del gasto en vino y ha llegado hoy hasta nosotros.

En otra ocasión, en un pueblo de la Ribera, sorprenden a un ladrón robando. Éste manifiesta ante la Autoridad que no entró a robar sino que el ama de la casa le gustaba mucho y quería yacer con ella. Así por lo menos salvó la vida.


Me gustaría que comprobaseis algunos de estos casos en la Biblioteca Municipal, donde los documentos estan escritos con mucho detalle, con nombres y apodos. Aquí os dejo algunas referencias:
Nota: Libro - Asiento - Año - Contepto
  • 51 - 41 - 1290  -       ...111116  ahorcados en Sangüesa y 1 en Petilla

  • 51 - 50 - 1291- -  .. 12 ahorcados y 1 mujer ahogada
  • 51 - 75 - 1300- - 7 ahorcados y 1 ahogada
  • 51 - 505 - 1344 - varios ahorcados en Sangüesa
  • 51 - 573 - 1348 - Peste y ahorcados

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