Diezmos.Reparto.1569

Los vecinos llevaban los frutos decimales a las parroquias. De los que habitaban en corrales o caseríos eran los dos sacristanes los que se hacían cargo y figuraban como recolectores El Obispo arrendaba su parte en la explotación del diezmo anual a un vecino que lo solicitaba previamente. Se nombraban dos claveros (contables) uno de parte del Obispo y otro de los beneficiados (éstos eran sacerdotes que disfrutaban de ese beneficio). Había dos estancias donde se almacenaban los productos: los granos (trigo, cebada, avena, maíz, etc.) en el hórreo y las uvas en el lago decimal, ambos de considerables dimensiones. En el lago de Santa María cabían 800 cargas de uvas es decir más de 85 metros cúbicos de vino, de capacidad. Cada parroquia tenía los suyos ya que estas eran completamente independientes en su economía.
Como explica el Libro Primero, del montón se sacan los gastos fijos, para los recolectores, claveros, pilaje de sacos y el arcediano de Aibar. Del resto una cuarta parte es para el Obispo por su dignidad episcopal y una vez hecho este reparto se hacen dos mitades, una para el Abad que en el caso de Santa María es también el Obispo y la otra se reparte entre los 8 beneficiados que tiene la parroquia A los sacristanes se les da a cada uno la mitad de lo que le toca a un beneficiado.
Tampoco las medidas eran iguales, pues en los gastos fijos los robos eran raídos, es decir a la medida que era de madera, se le pasaba un rodillo por la parte superior eliminando lo que sobraba y a los demás,( el Obispo, el Abad y los Beneficiados) eran colmos es decir se llenaba la medida hasta que no cabía más y por lo tanto hay 1/4 mas de grano. Eran cantidades muy importantes pues en un año cualquiera al Obispo le correspondían 10.000 kilos de trigo en Santa María. El robo era una medida oficial en Navarra y consistía en un cajón de madera abierto en la parte superior que se llenaba de cereal. Por ejemplo en el robo de trigo cabían 22 kilos, mientras que en el de avena menos, pues es menos pesada. Sigue