viernes, 27 de junio de 2014

Inundación 1.787 (I): Cómo se fraguó la tragedia


El año 1787 se produjo en la Ciudad de Sangüesa (Navarra) una tremenda riada que en menos de tres horas causó 587 ahogados registrados a pesar de esar rodeada de fuertes murallas. La noticia cuando se supo originó una conmoción en toda España y desde el Rey Carlos IV, sus ministros, arzobispos y muchos particulares sostuvieron una copiosa correspondencia que iremos exponiendo en sucesivos artículos. Vamos a explicar como se produjo.

El metereólogo de aquella fecha Francisco Bariain de Eslava, nos va detallando mes a mes cómo se desarrolló el tiempo de aquel año. Resumiendo, el invierno y la primavera muy fríos y con mucha lluvia. El mes de mayo nevó tres veces, insólito. La siega comenzó hacia el 25 de julio cuando su fecha era un mes antes. En agosto no podían trillar pues alternaba la lluvia con días de calor tórrido, tanto es así que dice “ en el campo se topaban los pájaros asados”. En septiembre sigue lloviendo intensamente. Pero lo que en el llano era lluvia, en los Pirineos era nieve, acumulándose en cantidades ingentes. Los leñadores de los valles de la montaña seguían cortando árboles para hacer mástiles para los barcos de guerra, que luego eran conducidos por el río Aragón y Ebro en almadías hasta Tortosa y de allí al Arsenal de Cartagena o las Atarazanas de Barcelona pues estábamos en guerra continua con Inglaterra y había que reforzar la Armada.
En la tercera decena de Septiembre, en el veranillo de San Martín que ahora se llama de San Miguel, el tiempo cambió por unos días, vino el calor y vinieron tres grandes tormentas de la parte de Aragón que son las peores, descargaron su lluvia sobre el Pirineo y se produjo un derretimiento repentino de la nieve, que arrastró monte abajo tanto los troncos ya preparados como la madera que allí había y hasta los árboles enteros. Tal fue la violencia de las aguas que en el pueblo de Urzainqui, en el valle del Roncal, el río se llevó catorce casas y hubo cuatro ahogados de una misma familia, cuyos cadáveres aparecieron en los pueblos río abajo.

Por la correspondencia seguida con el Palacio Real de Madrid, más tarde supimos que en la parte francesa de los Pirineos , el rio Gave se desbordó ocasionando tambien mucho estrago.
En el capítulo siguiente explicaremos cómo se desarrolló la Ruina.

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