miércoles, 25 de junio de 2014

1362 Cañones (II) año




Como se ve en la figura precedente, las bombardas, ingenios o cañones eran unas máquinas de guerra que disparaban unas balas de piedra de forma ovoide por medio de un largo cañón de bronce que en su base tenía una recámara que se llenaba de pólvora. Estas balas eran de diverso tamaño ignorando por nuestra parte si con el mismo cañón se disparaban todas las grandes, hasta llegar a las pequeñas que por fuerza tenían que ser falconetes o similares. En España se empezaron a usar en el sitio de una ciudad andaluza y a los pocos años aparecen las construidas en Sangüesa cuyos asientos contables figuran en los libros de Comptos de Navarra a partir de 1.362. También se ve que el citado cañón y su recámara están fuertemente ligados a un carromato que tiene un alza para así alcanzar mayores distancias de tiro. Se dice que los primeros cañones fueron traídos desde China por los mongoles cien años antes y en el sitio de Constantinopla en 1453 se usaban cañones que lanzaban bombas de 1200 libras para destruir sus murallas. Las balas pequeñas que aparecen en la fotografía por fuerza tenían que ser lanzadas con otro tipo de armas que serían los predecesores de los falconetes, culebrinas y arcabuces, pero que no disponemos de modelos, pues nuestro trabajo ha consistido en descubrir su existencia partiendo de las balas encontradas en el campo y que esperamos no sean las últimas, pues en adelante los labradores de Sangüesa que trabajen sus campos en la Celada o en Uñesa esperamos que mostrarán el mismo interés que D. Jesús Ansa en recogerlas. En la torre almenada del castillo aparece colocado un arcón de artillería, prueba de que en la misma se instalaron una o varias bombardas o falconetes. En otro escrito expondremos los asientos contables que originaron su inclusión en los libros de Comptos.

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