La ferrea disciplina de la Guardia Civil 1950 (l)

 

 

Os voy a relatar varios casos que me toco vivir muy de cerca de miembros de la Guardia Civil que se vieron afectados por la férrea disciplina que se vivía entonces en ese Cuerpo. He de hacer constar mi admiración por su labor , pues desde su creación por mi paisano el Duque de Ahumada siempre estuvo resolviendo los sucesos conflictivos que se producían en toda la nación, bandoleros, maquis, contrabandistas, etc. El primer caso que me toco vivir pues me lo contó el interesado fue el siguiente: Nos situamos en la provincia de Gerona en la muga con Francia. Los guardias de los puestos colindantes se relacionaban entre si de manera oficial dispuesta por la Comandancia .La patrulla de un puesto se tenia que ver con la patrulla del puesto vecino en tal masía de tal monte a la hora tal. El que mandaba una patrulla tenia que firmar en el libro de otra y viceversa. Generalmente los barrancos de estos montes siempre suelen estar secos, pero cuando cae una tormenta, el agua baja barranco abajo y suele ser torrencial mientras dura la tormenta. Efectivamente el día tal a la hora tal, mi amigo se tenia que ver con otra patrulla vecina en tal masía, pero cayó una gran tormenta y no podían vadear el barranco que los separaba. Cuando lo pudieron hacer habían pasado mas de dos horas y la patrulla que los esperaba se había marchado. Al dar el parte de operaciones, la Comandancia le castigó y le formuló un Consejo de Guerra, por abandono del Servicio. El asunto llegó a la Capitanía General de la 4ª Región Militar en Barcelona. Al enterarse del asunto y circunstancias el Coronel Auditor D. José Miguel Zuazu Garnica , un navarro que tenia un corazón más grande que un balón, sobreseyó el caso y anuló el procedimiento. En vista de este hecho, la Comandancia le expulsó del Cuerpo y enterado el Coronel hizo gestiones y entró a trabajar como Subalterno en Mutualidades Laborales donde fuimos compañeros varios años. Siempre se acordaba de la faena que le hicieron y lo bien que se lo resolvió el Coronel Zuazu.