lunes, 27 de septiembre de 2010

Inundacion Sangüesa 1787 (II)

Este trabajo nos ha costado muchísimo el hacerlo por varios motivos. A partir del Censo de Floridablanca sabemos donde vivía cada vecino, sus familiares y criados. Los Párrocos cuando hacen la anotación de los ahogados calle por calle, no ponen el nombre de los párvulos, solamente los de sus padres y abuelos. Con lo cual se nos da el caso en Santa María que se ahoga Ángela Arbonies y 2 nietos. Solución, primero hay que ver con quien estuvo casada la Ángela, los hijos que tuvo, cuando murió cada uno y por deducción los que no aparecen muertos, esos son los ahogados. Es sencillo de explicar pero muy complicado de resolver por las muchas variantes que hay. Como se ve por el Comentario, vamos llevando los ahogados a su casa respectiva, eso sí, están anotados por calles. Calle por calle y casa por casa, anotamos los que vivían, anotamos los ahogados y tambien los que sobreviven. Un trabajo de meses pero ya está hecho.
En el cuadro final expresamos en cada calle los habitantes que había, el número de ahogados y el porcentaje de los mismos. Añadimos que las calles paralelas al río sufrieron menos daño, porque el agua discurría por la calle o por dentro de la manzana, pero las perpendiculares el destrozo fue tremendo, sobretodo la Rua (Mayor),la de San Miguel , el Barrio Nuevo, Amadores y Santiago. Aquí la Iglesia debió de hacer de contrafuerte y reventó toda la calle. La parte superior de la Rua hasta el portal de Jaca hubo 74 ahogados que puestos de pié sobre la acera, no tumbados, casi no cogen. Lo mismo sucede al comenzar la calle por el Portal de Santa María y la Bastería. Al final con los números que obran en nuestro poder (que no están completos pues falta un cuadernillo del Censo de Floridablanca) hemos registrado 2914 habitantes sin contar los frailes y 557 ahogados o sea el 19 %. De los frailes y había 4 conventos,no se ahogó ninguno, pues se subieron a la torre de su iglesia y se salvaron. Menos mal que luego repartieron la comida que tenían y sobre todo la ropa sobrante entre los desnudos y así sucedió que muchos vecinos iban vestidos de fraile hasta que llegó ropa de los pueblos vecinos.

1 comentario:

Pilar Arguiñáriz Lusarreta - Palel dijo...

Un gran trabajo además de difícil.
Dichosos los frailes que tenían la torre y, por supuesto, hicieron lo que tenían que hacer :-)