miércoles, 27 de abril de 2016

Es navarro y no tiene la culpa de tener tanta fuerza.


Otro buen amigo que se ha ido. Antonio López-Nieto , compañero en el trabajo allá por los años 50. Juntos pasamos grandes fatigas cuando iban tomando cuerpo las Mutualidades Laborales. Voy a relatar una anécdota que me ocurrió en aquellas fechas. Su padre era Magistrado de la Audiencia de Barcelona y Antonio me comentaba que su padre decía ¡quiero saber cuanto vive un hombre bien conservado!, porque toda su vida de Juez siempre había llevado una vida ordenada , sin una juerga y siempre dando ejemplo a sus coetáneos. También me comentaba que cada uno de sus hermanos era de una provincia distinta según los lugares que había ejercido de Juez . Creo recordar que su hermano Francisco se sentía vasco y le gustaba hacer la crónica de las corridas de toros. El hermano mayor era abogado e intervino muy eficazmente con aquel Juez que tuve que acudir para conservar la Vecindad Civil Navarra. En aquellas fechas me ocurrió un caso que os lo voy a contar. Por un asunto de una portería que mi hermana Felisa regentaba en Barcelona en calle Muntaner Gran Vía yo al novio de la hija de la antigua portera le di un puñetazo en la mandíbula que se la rompí en cinco pedazos . Al momento le salio un bulto como un huevo de grande y se fue al Dispensario de Sepúlveda. Tuve la suerte que él me hizo un arañazo en la cara y un policía vecino me recomendó que también fuera al Dispensario. Al entrar el pobre novio les dijo que yo era el agresor. Entonces un médico me espetó ¡usted es boxeador!¡yo no!, le contesté, ¡Pues jugador de lucha libre!,¡tampoco!, ¡pues no hay fuerza humana que  de este golpe! y es que el Dispensario estaba muy cerca del Salón de Boxeo de la calle Urgell. Pasado el tiempo , se celebró el juicio y el Presidente del Tribunal me preguntó con que objeto yo le había agredido y le dije que con la mano cerrada  y el Fiscal dijo entonces de mi , que yo era una persona dignísima ( era funcionario público) , que yo era navarro y que no tenia la culpa de tener tanta fuerza. No hay que decir que a mi se me ensanchó el pecho . Al día siguiente el periodista Tejada en el Diario de Barcelona en la criónica judicial dijo ¡Puede Juan seguir sus bromas, mientras el cuerpo aguante! ( el agredido dijo que era una broma lo que le había dicho a mi hermana) ,. Tiempo después estuve en casa de mi amigo Antonio , vi a su padre, se acordó de mi pues estaba en el Tribunal y me dijo una frase lapidaria que no se me ha olvidado  nunca. ¡En la vida hay ocasiones que hay que tomarse la Justicia por la mano , pero a continuación avisar a la Justicia! Me decía Antonio que si en algún Juicio el reo iba a ser condenado a muerte , se encerraba en su despacho un par de días , porque por Ley ya estaba condenado y todo su empeño era buscar atenuantes legales para poderlo librar del garrote vil. ¡Adiós Antonio q.e.p.d.!


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