Cencerradas 1830

Cencerradas.

En este Bando el Teniente de Alcalde y Jefe de Policía de Sangüesa prohíbe a todos sus vecinos moradores y habitantes el dar cencerradas a los novios viudos o viudas que se casen. Quiero hacer constar que las bodas entre estos novios eran muy frecuentes llegando al 24 % de todas las bodas celebradas entre los años 1574 y el 1800, pues en caso de viudos debían de buscar enseguida una mujer que cuidase de los hijos si los había y que le preparase la comida y ropa diariamente y en caso se viudas, buscar un hombre jornalero o propietario que cada día ganase el sustento para poder vivir tanto ella como sus hijos si los había. Los cencerros eran las grandes esquilas que llevaban los machos cabrios en los rebaños y que con su ruido orientaban a las ovejas cuando pastaban en las corralizas o iban en las cañadas. Cada rebaño llevaba unos cuantos, que en conjunto producían un ruido uniforme fácilmente identificable por las ovejas de ese rebaño y cada rebaño, llevaba diferentes cencerros que lo distinguían de los demás. El abuso de estas cencerradas seguramente facilitó el viaje de novios de los casados, pues al no dormir la primera noche en su pueblo, ya no había ocasión para dar la cencerrada.

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