lunes, 9 de abril de 2012

D. Agustín Blanco , Alcalde

D. Agustín Blanco.
Era un buen médico de familia y cuando yo tenia tres, cuatro y cinco años me hinchó de Aceite de Hígado de Bacalao, de Ceregumil y no se cuantos potinjes más. No tuvo familia en su matrimonio, por eso se esmeraba con los niños. Era natural de Irurozqui  pueblo de la montaña y su familia eran bastante hacendados. A pesar de su condición de médico, todas las tardes subia al casino que estaba frente a su domicilio en la calle Mayor y se ponía a jugar a las cartas o al dominó con el primero que tenía a mano. Esta convivencia le salvó la vida como más adelante explicaré.
Compro una finca agrícola norme de mas de 150 Has. En la confluencia  de los rios Aragón e Irati, por lo tanto era muy feraz. Durante muchos años la dedicó a la cria d remolacha azucarera  que por medio del tren Irati la llevaban a una fábrica de azúcar en la ribera del Ebro. Mi padre era el Mayoral de esa finca y llevaba fijos cuatro o cinco peones diarios y en la campalña de le remolacha  10 o 15 para plantarla y hasta 40 para arrancarla. Yo y muchos niños al salir de la escuela, les llevábamos la comida a nuestros padres,  unos 2 Kms. de ida y otros tantos de vuelta y al llegar a casa corriendo a la escuela. Este cometido lo hicieron mis hermanas y luego yo cuando fui mayorcito. La finca se llamaba la Fábrica  pues allí construyeron una central eléctrica , que aprovechaba la diferencia de nivel del río Aragón con respecto al Irati. En aquel río construyeron una presa que retenía el agua y por medio de un canal movía las turbinas que estaban pegantes al río Irati
En las elecciones celebradas antes de la guerra  fue elegido Alcalde de Sangüesa y afiliado al PNV votó a favor del Estatuto Vasco. Naturalmente mi padre su mayoral también era del PNV. Al estallar la guerra, los del gatillo fácil, no se lo tuvieron en cuenta y su relación familiar con muchísimos vecinos tradicionalistas como médico y como amante del juego sin distinción de clases, le salvó la vida. Murió a los 74 años.Otros con menos motivos están enterrados en el monte. Otro día hablaremos del tren Irati.     

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