INFORMATICA
Implantación de la mecanización de oficinas en Barcelona. Vivencias personales.
Como hemos explicado en otro escrito anterior, la Seguridad Social se puso en marcha en Cataluña en un tiempo record. Gracias a que estaba gestionada por unos profesionales no políticos muy competentes, se puso en marcha una Sección de Estadística con más de cien funcionarios, donde se llevaba el control de todas las empresas cotizantes con diferentes datos. Al mismo tiempo otra Sección de Cotización también con mas de cien, donde se anotaban los afiliados cotizantes con todas sus incidencias, esto cada mes. Era un trabajo costosísimo.
Estamos en el año 1946. Unos pocos años mas tarde la IBM nos ofreció sus servicios de mecanización que fueron inmediatamente aceptados con la puesta en marcha de un cerebro electrónico como se le llamaba entonces, que simplificó enormemente el trabajo hasta casi desaparecer la Estadística y casi la segunda Sección, que quedó reducida a una sección de microfilmado de las relaciones nominales de cotizantes reducidas al tamaño de un sello de correos. En un principio los programas estaban editados en fichas de cartulina perforadas, más tarde aparecieron las fichas magnéticas y los casetes de cromo.
Este cerebro era de alquiler y yo personalmente les llevaba cada mes a las oficinas de la IBM en la Vía Layetana, un talón en dólares equivalente a 25.000 pesetas, dólares que recogíamos de los diferentes hoteles donde se albergaban extranjeros, toda vez que los bancos no disponían de divisas y las que conseguían eran para el Estado. Se pagaba por adelantado.
Al poco tiempo me encontré con un amigo, instructor como yo en la Escuela de Automovilismo del Ejército en Madrid y en la actualidad chofer del Director Regional del Banesto. Me dijo que en ese momento estaban reunidos los directores de los grandes bancos de Barcelona en la sede del Banco Central en Pza. Cataluña-Ramblas pues habían venido unos americanos y les estaban explicando cómo una sucursal bancaria de 50 empleados podía quedar reducida a cinco o seis. Estos bancos una o dos veces al año hacían oposiciones de cien plazas y mas, para cubrir sus necesidades de personal. Todos los bancos se apuntaron a esta iniciativa y a partir de aquellas fechas no solo suprimieron las oposiciones sino que durante muchos años han ido reduciendo el personal con prejubilaciones a los 55 años de edad.
Asimismo recuerdo que en aquellas fechas, la EHNER, empresa dedicada al transporte de electricidad, mandó a dos empleados muy capacitados a las ordenes de un vecino mío a Suecia primera nación de Europa donde se instaló la IBM, para comprar un equipo para su central en Barcelona y de allí volaron a Leningrado para ver otra instalación en funcionamiento. No olvidemos que Europa estaba destrozada. En un principio este proceso sólo era asumible por su coste a las grandes empresas.
Al reorganizarse la Seguridad Social y anularse las Interprovinciales, en Mutualidades Laborales sobrábamos Jefes y yo fui destinado como Jefe de Contabilidad a la Residencia del Valle de Hebron, antes Francisco Franco, el mayor hospital de España, mi categoría profesional era Jefe de Administración Contable, por oposición.
En el año 1981 al efectuarse el traspaso de la Sanidad del Estado a la Generalidad de Cataluña, fue necesario adaptar la Contabilidad de la misma a la nueva situación. Por la Catalano Balear a cuyo frente estaba la nunca bien ponderada Dª Esperanza Martí, había sido creada la Contabilidad para Hospitales, que poco después sería publicada en el BOE de obligado cumplimiento para todos los de España.
La Generalidad formó entonces un grupo de trabajo compuesto por cinco administradores de centros hospitalarios y yo como parte contable a las órdenes de la Sra. Marti, para adaptar la antigua contabilidad a nivel nacional a la nueva de Cataluña.
Como no se disponía mas que de dos o tres grandes ordenadores se pensó en montar la contabilidad por el sistema manual Decalco a cuyo fin nos reunimos varios cientos de funcionarios de todas las administraciones de Cataluña y yo, en el Salón de Actos de la citada Residencia y durante dos días en sesión de mañana y tarde, les fui dando lecciones para llevar la contabilidad de cada una por este procedimiento, que yo lo llevaba en empresas particulares desde hacía varios años adaptado al sistema Plan General de contabilidad francés, pues el de España todavía no se había publicado.
Para entonces ya se habían inventado los actuales PC pero sin disco duro y a los dos o tres años llovieron en España estos aparatos, la gran suerte que tuvimos en la Sanidad Catalana que como el funcionamiento del organigrama ya estaba establecido, sólo hubo que cambiar el hacerlo manualmente a efectuarlo con el ordenador.
Podría contar varias anécdotas sobre la NCR o la PHILIPS pero este escrito se haría muy largo. Una de ellas. Por la casa Gispert de Barcelona, dos programadores me estaban montando la nómina en una de las empresas que yo llevaba. Comentaron que habían vendido a una avícola de Reus un ordenador Philips con disco duro. Como no funcionaba se dirigieron a la central en Holanda y de allí los mandaron a unos laboratorios de Ginebra que tenían uno instalado. Pues bien , estos laboratorios les manifestaron que el disco duro funcionaba, pero que a las cinco o seis horas automáticamente se descargaba.
De verdad, la puesta en marcha de la informática nos hizo sudar mucho.
Implantación de la mecanización de oficinas en Barcelona. Vivencias personales.
Como hemos explicado en otro escrito anterior, la Seguridad Social se puso en marcha en Cataluña en un tiempo record. Gracias a que estaba gestionada por unos profesionales no políticos muy competentes, se puso en marcha una Sección de Estadística con más de cien funcionarios, donde se llevaba el control de todas las empresas cotizantes con diferentes datos. Al mismo tiempo otra Sección de Cotización también con mas de cien, donde se anotaban los afiliados cotizantes con todas sus incidencias, esto cada mes. Era un trabajo costosísimo.
Estamos en el año 1946. Unos pocos años mas tarde la IBM nos ofreció sus servicios de mecanización que fueron inmediatamente aceptados con la puesta en marcha de un cerebro electrónico como se le llamaba entonces, que simplificó enormemente el trabajo hasta casi desaparecer la Estadística y casi la segunda Sección, que quedó reducida a una sección de microfilmado de las relaciones nominales de cotizantes reducidas al tamaño de un sello de correos. En un principio los programas estaban editados en fichas de cartulina perforadas, más tarde aparecieron las fichas magnéticas y los casetes de cromo.
Este cerebro era de alquiler y yo personalmente les llevaba cada mes a las oficinas de la IBM en la Vía Layetana, un talón en dólares equivalente a 25.000 pesetas, dólares que recogíamos de los diferentes hoteles donde se albergaban extranjeros, toda vez que los bancos no disponían de divisas y las que conseguían eran para el Estado. Se pagaba por adelantado.
Al poco tiempo me encontré con un amigo, instructor como yo en la Escuela de Automovilismo del Ejército en Madrid y en la actualidad chofer del Director Regional del Banesto. Me dijo que en ese momento estaban reunidos los directores de los grandes bancos de Barcelona en la sede del Banco Central en Pza. Cataluña-Ramblas pues habían venido unos americanos y les estaban explicando cómo una sucursal bancaria de 50 empleados podía quedar reducida a cinco o seis. Estos bancos una o dos veces al año hacían oposiciones de cien plazas y mas, para cubrir sus necesidades de personal. Todos los bancos se apuntaron a esta iniciativa y a partir de aquellas fechas no solo suprimieron las oposiciones sino que durante muchos años han ido reduciendo el personal con prejubilaciones a los 55 años de edad.
Asimismo recuerdo que en aquellas fechas, la EHNER, empresa dedicada al transporte de electricidad, mandó a dos empleados muy capacitados a las ordenes de un vecino mío a Suecia primera nación de Europa donde se instaló la IBM, para comprar un equipo para su central en Barcelona y de allí volaron a Leningrado para ver otra instalación en funcionamiento. No olvidemos que Europa estaba destrozada. En un principio este proceso sólo era asumible por su coste a las grandes empresas.
Al reorganizarse la Seguridad Social y anularse las Interprovinciales, en Mutualidades Laborales sobrábamos Jefes y yo fui destinado como Jefe de Contabilidad a la Residencia del Valle de Hebron, antes Francisco Franco, el mayor hospital de España, mi categoría profesional era Jefe de Administración Contable, por oposición.
En el año 1981 al efectuarse el traspaso de la Sanidad del Estado a la Generalidad de Cataluña, fue necesario adaptar la Contabilidad de la misma a la nueva situación. Por la Catalano Balear a cuyo frente estaba la nunca bien ponderada Dª Esperanza Martí, había sido creada la Contabilidad para Hospitales, que poco después sería publicada en el BOE de obligado cumplimiento para todos los de España.
La Generalidad formó entonces un grupo de trabajo compuesto por cinco administradores de centros hospitalarios y yo como parte contable a las órdenes de la Sra. Marti, para adaptar la antigua contabilidad a nivel nacional a la nueva de Cataluña.
Como no se disponía mas que de dos o tres grandes ordenadores se pensó en montar la contabilidad por el sistema manual Decalco a cuyo fin nos reunimos varios cientos de funcionarios de todas las administraciones de Cataluña y yo, en el Salón de Actos de la citada Residencia y durante dos días en sesión de mañana y tarde, les fui dando lecciones para llevar la contabilidad de cada una por este procedimiento, que yo lo llevaba en empresas particulares desde hacía varios años adaptado al sistema Plan General de contabilidad francés, pues el de España todavía no se había publicado.
Para entonces ya se habían inventado los actuales PC pero sin disco duro y a los dos o tres años llovieron en España estos aparatos, la gran suerte que tuvimos en la Sanidad Catalana que como el funcionamiento del organigrama ya estaba establecido, sólo hubo que cambiar el hacerlo manualmente a efectuarlo con el ordenador.
Podría contar varias anécdotas sobre la NCR o la PHILIPS pero este escrito se haría muy largo. Una de ellas. Por la casa Gispert de Barcelona, dos programadores me estaban montando la nómina en una de las empresas que yo llevaba. Comentaron que habían vendido a una avícola de Reus un ordenador Philips con disco duro. Como no funcionaba se dirigieron a la central en Holanda y de allí los mandaron a unos laboratorios de Ginebra que tenían uno instalado. Pues bien , estos laboratorios les manifestaron que el disco duro funcionaba, pero que a las cinco o seis horas automáticamente se descargaba.
De verdad, la puesta en marcha de la informática nos hizo sudar mucho.
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