Acabado ya el desencajonamiento de los toros , la gente sale ilusionada hacia la calle Mayor donde se va reuniendo el gentío y al compás del chun chun, del bombo y al contrapunto de la trompeta, van poniendo la calle en estado de ebullición y la gente canta y más canta y calle mayor arriba y calle mayor abajo. La gente no cesa de cantar. De pronto, se observa que el gentío desaparece y al cabo menos aún y ,que diablos pasa, !ah! es la hora de cenar.
Esta noche no es cena de cuadrillas y nuestras madres lo defienden como gato tripa arriba , como la comida ha sido más o menos normal , con un buen bocado de magras o de chorizo esta salvada la cosa .
Me ca!, si está subiendo la Banda al Prau y nosotros aquí ,y salimos corriendo a la calle Mayor , y en mitad de la calle nos unimos y a bailar se ha dicho. No sé si fue este año , que nos juntamos mis padres con todos los hijos que teníamos novia y ,los demás, bailando en corro una jota ,nos aplaudieron. Son cosas que pocas veces se pueden dar.
Al día siguiente, fuimos a Misa Mayor con nuestro Patron San Sebastian al frente y no paraba de acordarme del
GLORIOSO SAN SEBASTIAN
SI EN ESTE TIEMPO TAN DURO
TE SACAN ASI DESNUDO
EN EL VERANO ¿QUE HARAN ?
pues nada ,el glorioso Santo mas tieso que un ajo , como si nada le importunase y todos a la procesion.
Estos son los recuerdos que guardo de aquellos años tan bellos que nunca se han de olvidar. PEDRO BELASCOAIN .
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