miércoles, 3 de abril de 2013

1787 Inundacion (II): Tragedia



Ya hemos explicado cómo se formó. Luego, un día radiante de sol en la alta montaña, la nieve que se reblandece, al atardecer una gran tormenta que cruza el Pirineo de este a oeste y como consecuencia la nieve se derrite y ésta derrite a otra nieve más abajo y el efecto de la fusión se va multiplicando hasta que la gran mancha de nieve que ocupaba todo el Pirineo desaparece en un santiamén. El agua se precipita por los barrancos hasta los ríos y allí adquiere una fuerza inconmensurable que derriba puentes, molinos y todo lo que encuentra a su paso. Curiosidad, pero los dos únicos puentes que aguantaron fueron el de Yesa y el de Sangüesa construidos por los romanos, lo que a mi parecer indica que en aquellos tiempos los ríos eran más caudalosos y los romanos construían con más solidez. Si vais los podéis visitar.
Dicen los documentos de entonces, que la riada duró tres horas y media.
El puente de Sangüesa tenía siete ojos y al llegar el río que llevaba gran cantidad de troncos, madera, árboles y mucha maleza, pasó por encima rompiendo los antepechos, formó una presa de 38 pies navarros dice el cronista, que son unos diez metros y por el portillo que está al norte de la ciudad, se precipitó sobre las murallas. De seis grandes portales que ésta tenía sólo quedó uno, el de la calle Población al sur de la ciudad, de los demás sólo quedó el nombre. En el de San Babil el primero que destrozó, estaban las lápidas que recordaban las inundaciones de los siglos anteriores, desapareció el portal y las lápidas. Al no poder pasar por este portal más agua que la que permitía su anchura, el agua rodeó la ciudad por el foso de la muralla y por los otros portales acabó de inundarla.
Las casas eran de adobe desde la planta o sea de barro y paja endurecidos, como el de los egipcios en la antigüedad y al derretir el agua estos adobes, las casas con el peso del tejado y de los maderos de los pisos se hundieron. Esto sucedió a las 21,30 horas, hora solar y claro sorprendió a todo el mundo durmiendo en camisa. Fue inenarrable. De 2911 habitantes con que contaba Sangüesa se ahogaron 587 localizados y el resto heridos o magullados. De unas 500 casas habitadas, quedaron en pié 39 que fueron las iglesias, los conventos y los palacios, que eran de piedra de sillería y unas pocas casas adosadas a la muralla. El efecto del hundimiento fue multiplicador pues las casas se apoyan unas en otras en las paredes llamadas medianiles, donde se apoyan los maderos de las casas contiguas pero nunca a la misma altura, de esta manera cuando una casa se derrumbaba, arrastraba a la de al lado. En las calles paralelas al río el agua destrozó generalmente sólo las fachadas, pero en las perpendiculares, la destrucción fue total. Todo esto en medio de una gran tormenta.
El amanecer debió de ser dantesco. Los vecinos supervivientes buscando entre los escombros los cuerpos de sus familiares que estaban en el barro mezclados con los animales que estaban en las cuadras de las casas. De caballos, jumentos, cerdos y gallinas no se salvó ni uno. Mejor dicho se salvó un burro subido en el púlpito de la iglesia de San Salvador, desde donde el cura predica sus sermones, por lo tanto había un mínimo de cuatro metros de agua para poder quedar dentro del púlpito. Todo esto, mezclado con los aperos, layas, azadas, bastes y esportizos que generalmente tenían todas las casas de los hortelanos. Efectivamente si ahora nos situamos en el puente actual y echamos la vista al monumento que antiguamente conmemoraba la riada, vemos que el agua subió por encima de los primeros pisos de las casas.Como hemos dicho que todo el vecindario estaba en la cama en camisa, los frailes de los conventos repartieron sus hábitos entre la gente y así durante varios días, hasta que llegó el refuerzo, era normal ver a cantidad de hombres vestidos de franciscanos, carmelitas, dominicos y mercedarios.
Hasta el Rey Carlos IV se ocupó personalmente de Sangüesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me extraña que siempre que se habla de la riada, nunca se menciona la verdadera causa y origen del desastre, como casi siempre, la mala planificacion urbanistica. es sorprendente esa cabezoneria y empeño en levantar las casas en el cauce inundable del rio aragon, cruel error y torpeza reiterados que tantas muertes y pobreza ha traido a los sangüesinos. hubiera bastado con dejarle margen, "desahogo", y extension al rio. hubiera bastado con haberle dejado un margen de inundacion añadido al rio de unos 50 metros, y empezar a construir hacia arriba, y nunca hacia el rio. los efectos de tan mala planificacion, ese cruel empeño en construir al lado del rio, pueden llegar hasta nuestros dias, pues en caso de algun problema con el pantano de itoiz y el de yesa, el embudo creado por el arrinconamiento urbanistico del rio, multiplicaria por diez el desastre de una inundacion. con lo facil, rapido y eficaz, que hubiera sido construir una pequeña muralla desde los pozancos, pasando por donde el bar landa, hasta la portada de san salvador, y no dejar construir nada desde la muralla hacia el rio. nos hubieramos evitado muchos muertos y miserias, y hoy en dia tendriamos un eficaz seguro anti-riadas, ademas de un valioso parque fluvial.