viernes, 15 de abril de 2011

La Milicia 1776

En mi escrito del 14 de abril de 2010, explicaba como el Rey Carlos III quiso hacer el reclutamiento de sus ejércitos. Aquí lo hago brevemente. Como ya escaseaban los voluntarios para los famosos Tercios del Ejército Español, porque en el campo había menos hambre y por lo tanto menos voluntarios, éste buen Rey y sus ministros se inventaron las mil y una para solucionarlo. Entre otras varias idearon quitarse a todos los elementos violentos de los pueblos y mandarlos sin más al Ejército. Para ello los Alcaldes de turno iban anotando en una libreta a todos los que blasfemaban, organizaban peleas, maltrataban a otros, cantaban a horas prohibidas , etc., etc. Al nombrarse el nuevo Alcalde, se montaba otra libreta. Un buen día el Rey quería una leva para ir a pelear no se donde y necesitaba un ejército. Pues bien establecía un cupo por regiones según la población. En Navarra por ejemplo al Virrey le pedían mil soldados. Este y su Consejo lo repartían entre los diversos pueblos. A Sangüesa le correspondían por ejemplo 120. Entonces los párrocos confeccionaban un Rol (relación) de todos los mozos entre los 16 y los 36 años. Reunión secreta del Alcalde y los párrocos. Los párrocos presentaban su relación. Los alcaldes la suya de los violentos, estos iban seguros. Para los que faltaban eliminaban los que tenían algún defecto, cojos, mancos, sin dientes, etc. Para los violentos, un día salía en secreto una compañía de soldados de Pamplona, llegaban a Sangüesa de noche y sacaban de la cama a todos los de la lista de violentos y atados se los llevaban. Una vez allí ante la Autoridad Militar podían alegar lo que quisieran sobre su inocencia, se les escuchaba pero no les servia de nada. Ahora bien, a los que no protestaban se les hacía soldados de 1ª y en las marchas que eran continuas si dormían en el campo (casi siempre) ellos dormían en cubierto (si había) el resto debajo de las estrellas (si no llovía) y ésta vida para siete años. Hoy presentamos el Rol de los castigados firmada por los párrocos y en la Certificación dice que ha visto la lista de Castigados con el rigor que exige tan delicado asunto.¿Veis a algún antepasado vuestro?

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Recomiendo el libro "Abajo las quintas" de Jose Mari Esparza,en el que se evidencia el gran rechazo de los navarros a servir al ejército. En otras regiones quizás también habría cierto rechazo a acudir al ejercito,pero en Navarra el rechazo y el desprecio al ejercito era mucho mayor,y estaba extendido socialmente. Además,los Fueros permitieron durante siglos a las autoridades navarras burlar la obligación de servir "quintas". De ahí que hubiera que recurrir a métodos tan rastreros como el de este artículo,fichando a los "descarriados", provocando rencillas vecinales,etc. En otras ocasiones se sustituía la aportación de quintos por aportaciones de dinero,o bien se destinaba dinero público para pagar soldados. Quizás no sea casualidad que en la época reciente de la Insumisión a la "mili",la mitad de lo insumisos juzgados,o de los encarcelados(no recuerdo nien)eran navarros.