sábado, 17 de enero de 2009

Abdarrahman III y Sangüesa II

CONTINUACION

…De alli partió an.Nasir a Carcastillo, junto al río Aragón, cuyos cultivos borró, luego se propuso penetrar en el mismo corazón del país de los infieles, donde se reunían y sentían seguros, para hacerles daño allí mismo, para lo cual se equipó, tomando en la marcha la precaución de cuidar los flancos y mantener posiciones, recogiendo los extremos, y así avanzó por EL DESFILADERO DE LOS VASCONES en perfecta formación el sábado, 11 de rabí I (17 de julio 924) PENETRANDO LOS EJERCITOS EN LUGARES DONDE NUNCA LO HICIERON , quemando fortalezas y destruyendo el país, hasta parar en la aldea de Sangüesa (Bashkwnsa) (Basconia) de la que era oriundo el bárbaro Sancho, a quien Dios extirpe y cuyos edificios fueron destruidos y quemado todo su contenido.
Esto hirió el amor propio del bárbaro que, reuniendo a sus infieles y a cristianos de cualquier lugar que podía esperar le socorriese, hasta alcanzar un cierto número, creyó poder combatir con él a los musulmanes, de manera que apareció al ejército alguna caballería pesada sobre algunos altos montes, la noche del miércoles , a mediados del rabí II (21 de julio de 924) ordenando an-Nasir formar escuadrones y filas y poner al ejército en alerta y atención, mas continuando de mañana la marcha en aquella disposición , con confianza total en Dios: las tropas pasaron por aquellos altos montes y solitarias cimas, mientras los enemigos de Dios esperaban una oportunidad para atacar el flanco o retaguardia de los musulmanes.
Cuando estaba el ejército en medio de aquellas angosturas, junto a un río llamado Guia (Irati), descendió de aquellos montes alguna caballería de los infieles contra las tropas ligeras de los musulmanes , lo que ocasionó una breve refriega, mas an-Nasir se detuvo y ordenó descargar, montar el pabellón y disponerse a combatir, con lo que los musulmanes se fueron a los enemigos como aguerridos leones y cruzando el río en su dirección, se fueron en masa contra ellos, desalojándolos de su sitio y continuando los ataques hasta derrotarlos y hacerlos pasto de espadas y lanzas , rechazándolos hacia las abruptas alturas de un monte apartado, que los musulmanes escalaron en su persecución, con la ayuda de Dios, matando a muchos de ellos y tapizando el suelo con sus cuerpos. La caballería continuó la algara por el llano, cogiendo botín y todo tipo de ganado y recursos, partiendo los musulmanes a salvo y gananciosos, sin más baja que Ya´qùb b.Abï/Jälid at Tüzarï, el que se había rendido en su fortaleza de Valencia al comienzo de esta campaña, con un pequeño grupo de mercenarios que cayeron mártires. Sigue.

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