Ilmo. Señor
La Ciudad de Sangüesa, cabeza de una de las Merindades de este Reyno y de las más favorecidas de la Naturaleza en fertilidad del suelo y aptitud para el fomento de la agricultura, industria y artes, acude a V.S.I. agoviada del peso de su desgracia como a su padre, su consuelo y su unico apoyo: Y a la verdad Señor, a quien deberá acudir con más confianza, que a V.S.I. de quien es miembro y que velando por el bien particular de los pueblos conseguirá la felicidad general del Reyno. Este es todo el anhelo de V.S.I.y la seguridad de su favor en nuestra solicitud. De la horrible inundación del Aragón en el año 1787, todo ha sido proyectos y discursos que aunque hijos del mejor zelo, nada han producido de útil y permanente. Por consiguiente se halla esta Ciudad en el mismo riesgo de ser arrebatada , quando se crea menos espuesta , sin la menor seguridad del rio, que debe ser el principio de su felicidad, población y hermosura. No se ignora la Orden del Rey , condescendiendo el Rey con la instancia de V.S. de 3 de este mes, ha mandado que se suspendan las Reales Ordenes Comunicadas en punto a la traslación de Sangüesa, que se busque otro medio más sencillo poniéndose de acuerdo con el Reyno; y que el Virrey y Capitán General de este Reyno dé al dinero recogido de la piedad de los bienhechores el destino correspondiente a favor de la Seguridad de aquella población . Y de orden de S.M. lo participo a V.S. para su inteligencia y govierno. Dios guarde a V.S mil años. Aranjuez 27 de abril de 1787.
Eugenio de Llaguna.
A la Diputación del Reyno de Navarra.
La Ciudad de Sangüesa, cabeza de una de las Merindades de este Reyno y de las más favorecidas de la Naturaleza en fertilidad del suelo y aptitud para el fomento de la agricultura, industria y artes, acude a V.S.I. agoviada del peso de su desgracia como a su padre, su consuelo y su unico apoyo: Y a la verdad Señor, a quien deberá acudir con más confianza, que a V.S.I. de quien es miembro y que velando por el bien particular de los pueblos conseguirá la felicidad general del Reyno. Este es todo el anhelo de V.S.I.y la seguridad de su favor en nuestra solicitud. De la horrible inundación del Aragón en el año 1787, todo ha sido proyectos y discursos que aunque hijos del mejor zelo, nada han producido de útil y permanente. Por consiguiente se halla esta Ciudad en el mismo riesgo de ser arrebatada , quando se crea menos espuesta , sin la menor seguridad del rio, que debe ser el principio de su felicidad, población y hermosura. No se ignora la Orden del Rey , condescendiendo el Rey con la instancia de V.S. de 3 de este mes, ha mandado que se suspendan las Reales Ordenes Comunicadas en punto a la traslación de Sangüesa, que se busque otro medio más sencillo poniéndose de acuerdo con el Reyno; y que el Virrey y Capitán General de este Reyno dé al dinero recogido de la piedad de los bienhechores el destino correspondiente a favor de la Seguridad de aquella población . Y de orden de S.M. lo participo a V.S. para su inteligencia y govierno. Dios guarde a V.S mil años. Aranjuez 27 de abril de 1787.
Eugenio de Llaguna.
A la Diputación del Reyno de Navarra.
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