Ver reparto cereales.
En cuanto al vino el porcentaje de reparto era idéntico que en el trigo, solo variaban los gastos fijos y se hacía en pellejos o cueros Estos consistían en la piel de un animal curtida y de cabida 6 cántaros, aproximadamente 72 litros. Se llenaban por la abertura que forma el cuello. El día 5 de febrero de cada año, día de Sta. Agueda se reunían en el coro de Santa María los patronos de la iglesia, los claveros, el administrador del Diezmo y los beneficiados para pasar las cuentas del año anterior. La lana de los corderos y el queso se recibían en efectivo y muchos vecinos por las partidas pequeñas también lo hacían en dinero. Por otra parte el administrador de este dinero, pagaba todos los gastos que originaban el mantenimiento del hórreo y el lago, y el que originaba el vino, pisar uvas, vaciar el lago, sacar el vino (odriadores), etc. así como otros importes que se sufragaban del Diezmo. Se hacia una contabilidad simple, la cuenta de la vieja, si sobraba dinero se repartía y si faltaba lo aportaban los interesados y así hasta otro año. Se levantaba un acta de conformidad y por la” + dad “(la verdad) lo firmaban todos Además de los cereales con sus menuceles,(alubias, habas, maíz, bisaltos, escanda, trigavena) había subproductos de las uvas, como las brisas, los escurredizos y otros que también se repartían. Las brisas las volvían a cocer y sacaban el vino de brisa de mucha menor graduación pero muy útil para el consumo diario. Cada año se hacía una partida igual de vino barues (blanco) pues siempre eran las mismas cubas para ese fin y se repartía a una con el tinto. Hay que repetir que todo el grano y vino del diezmo se consumía en Sangüesa pues el obispo arrendaba su parte y lo cobraba en efectivo y los beneficiados lo consumían y el resto lo vendían
En cuanto al vino el porcentaje de reparto era idéntico que en el trigo, solo variaban los gastos fijos y se hacía en pellejos o cueros Estos consistían en la piel de un animal curtida y de cabida 6 cántaros, aproximadamente 72 litros. Se llenaban por la abertura que forma el cuello. El día 5 de febrero de cada año, día de Sta. Agueda se reunían en el coro de Santa María los patronos de la iglesia, los claveros, el administrador del Diezmo y los beneficiados para pasar las cuentas del año anterior. La lana de los corderos y el queso se recibían en efectivo y muchos vecinos por las partidas pequeñas también lo hacían en dinero. Por otra parte el administrador de este dinero, pagaba todos los gastos que originaban el mantenimiento del hórreo y el lago, y el que originaba el vino, pisar uvas, vaciar el lago, sacar el vino (odriadores), etc. así como otros importes que se sufragaban del Diezmo. Se hacia una contabilidad simple, la cuenta de la vieja, si sobraba dinero se repartía y si faltaba lo aportaban los interesados y así hasta otro año. Se levantaba un acta de conformidad y por la” + dad “(la verdad) lo firmaban todos Además de los cereales con sus menuceles,(alubias, habas, maíz, bisaltos, escanda, trigavena) había subproductos de las uvas, como las brisas, los escurredizos y otros que también se repartían. Las brisas las volvían a cocer y sacaban el vino de brisa de mucha menor graduación pero muy útil para el consumo diario. Cada año se hacía una partida igual de vino barues (blanco) pues siempre eran las mismas cubas para ese fin y se repartía a una con el tinto. Hay que repetir que todo el grano y vino del diezmo se consumía en Sangüesa pues el obispo arrendaba su parte y lo cobraba en efectivo y los beneficiados lo consumían y el resto lo vendían
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