La nevera de Sanguesa
Las neveras habían desempeñado un papel muy importante en la salud pública de los pueblos. En invierno y primavera se aprovechaban las placas de hielo que se formaban en las orillas del rio y las que bajaban en tiempos de deshielo de las montañas y a vecinal se llenaba formando placas de hielo recubiertas de ramas de arbol y serrín para que se conservase . A los vecinos pobres se les suministraba gratis y el resto de vecinos aportaban el precio impuesto por el Ayuntamiento. Se usaba para combatir los estados febriles de los enfermos. Hubo años que el Ayuntamiento arrendó neveras de los pueblos vecinos cuando la Sangüesa ya no era suficiente.
Estaba en la falda de la colina que señorea el barranco Aranjuez que desagua cerca de la Ermita de la Nora. Tenia la puerta tapiada y alguna vez de mozalbete me había asomado y me daba mucho miedo. Tirábamos piedras y oíamos el ruido que producía allá abajo al chocar con el suelo. Era un gran depósito de piedra muy bien cubierto y lucido los laterales de argamasa, enterrado en el suelo con una rampa tanbien alisada por donde de arrojaban las placas de hielo y la nieve. Tendría unos siete u ocho metros de profundidad. Un año el Ayuntamiento determinó cerrarla pues no tenia función que hacer desde que se inventó el hielo artificial y lo hizo a vecinal que se llamaba , es decir cada vecino aportaba un trabajador y a mi me tocó por mi casa. En principio se recogieron todas las piedras sueltas que había en las canteras campos y al borde de los caminos y las fuimos echando al fondo de la nevera hasta que se llenó al borde y ya no representaba peligro. Vi una en Uncastillo que estaba abierta y era un peligro tanto para las personas indiscretas como para los animales, que muchos en invierno habrían caído al resguardarse del frío y allí morirían de hambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario