Fiestas patronales en Sangüesa año 1940

Fiestas en Sangüesa.

 

Os voy a hablar como celebrábamos las fiestas patronales el 11 de septiembre fiesta de San Sebastian en nuestra juventud después de la guerra. El año 1939 se volvieron a celebrar pero la gente todavía estaba traumatizada así que comenzaremos en 1940 y sucesivos. Yo tenia 16 años. Recuerdo que una vez pasadas las primeras fiestas , todos los domingos poníamos en una hucha grande un real o sea 25 céntimos de peseta para preparar las del año próximo . Dos amigos eran los cajeros y los encargados de pedirlas al que se demoraba. Resulta que en las fiestas hacíamos una merienda en la plaza de toros y una cena por la noche y nuestras madres eran las que se encargaban de guisarlas eso si, se establecía una rotación , como éramos ocho amigos a una casa de tocaba guisar para la corrida de toros y a otra casa nos hacían la cena y esta rotación se guardaba escrupulosamente . Estas merendolas las pagábamos entre toda la cuadrilla . Ocho días antes de las fiestas , encargábamos en los distintos corrales ( casas de campo ) los pollos que necesitábamos y en las carnicerías las costillas que precisábamos para todos los días. Era un problema en las carnicerías , porque esos días todos los vecinos querían comprar costillas de cordero y claro los carniceros se quejaban porque el resto de la carne les quedaba sin vender , pero los tunantes se las ingeniaban para solucionar este conflicto , subían el precio de las costillas y bajaban el del resto del cordero y todos contentos.

El víspera a las doce en punto , se tiraba el cohete y daban comienzo las fiestas. Era la hora del aperitivo y del buen humor. A las dos a comer corriendo y a las cinco a la iglesia de San Salvador a oír las vísperas y el sermón. El día del Patrón a media mañana Misa solemne cantada por los coros y la Procesión con la efigie de San Sebastian, que seguía tan desnudo como en enero.

Pues en la fiesta del 20 de enero había un dicho que decía "Glorioso San Sebastian, si en este clima tan duro, te sacan así desnudo, en el verano ¿Que haran? Pero no, salía como en invierno

De la hucha  también salían las entradas de los toros , eso si , las de las vallas , las mas baratas. En los toros se toreaba y mataba el primer y segundo toro y a merendar. Después de la merienda y con bastante vino en el cuerpo se toreaba el segundo y tercero y a continuación se toreaban las vaquillas bravas. tres, cuatro o más. Acabada la corrida se celebraba un pasacalles por las charangas y la Banda Municipal bailando toda la juventud, mozos y mozas hasta la calle Mayor. Se retiraba la Banda y las charangas se repartían tocando por las calles acompañadas de toda la juventud que bailaba sin descanso . A las diez los mozos nos íbamos a cenar a la casa que tocaba y a seguir comiendo y bebiendo siempre con buen humor y comentando los lances de las vaquillas . Nos importaban un pimiento los toreros profesionales si lo hacían bien , pero si no, bronca, A las once o así subían la Banda y los gaiteros calle Mayor arriba a tocar en el kiosko que era de madera y a la una y media hacían la Bajadica del Prau . Como estábamos reventados de tanto bailar sin descanso, no queríamos acostarnos en nuestra casa y nos íbamos a dormir a un pajar de cualquier casa, pues a las siete teníamos que salir disparados al encierro que solía ser a las ocho. Yo no me perdía el encierro ningún día pues era muy aficionado . Este era el tren de cada uno de los siete días que duraban las fiestas así que cualquiera de nosotros perdía varios kilos y nuestras madres con el pensamiento siempre pendientes de nosotros . Con un poco de dinero que nos habían dado y los ahorros nuestros de todo el año pasábamos las fiestas estupendamente pues a los dieciseis o dieciocho años el cuerpo se recupera con tres o cuatro horas durmiendo. La Comparsa de Gigantes y Cabezudos cada día a las diez ya estaba recorriendo las calles y rodeada de un enjambre de crios que unos riendo y otros llorando según la edad por el miedo a los cabezudos  animaban la mañana .Mientras los mozos , una vez acabadas las vaquillas del encierro nos íbamos a alguna huerta a almorzar , siempre mañana tarde y noche nuestra plato favorito era la carne, de pollo o de cordero, era lo mismo.

Acompaño a este escrito una foto de los gigantes d aquellos años donde se ve a los gaiteros de espalda.   

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