miércoles, 7 de noviembre de 2012

El Maquis (II)


EL MAQUIS II.1

 

¡Que pena me daba aquella pobre gente en aquellos momentos en que los golpeaba el maquis! Yo venia de Barcelona y con mi esposa, en agosto me fui al pueblo donde mi cuñado era Comandante del Puesto de la Guardia Civil .El Puesto eran cinco guardias jóvenes. El pueblo era Camarena de la Sierra , un bonito pueblo recostado en una gran roca , tenia de todo para ser próspero , balneario de aguas termales muy apreciado por los valencianos, tenia campos .y demás . Recuerdo que una tarde fui al baile donde había unas cuantas parejas y gente joven y vi. que todos tomaban infusión de poleo que era muy barato y yo naturalmente me saque un vaso de vino y me fui a bailar . Cuando se acabo la pieza me volví a mi mesa y alguien que ya no estaba allí se me había bebido el vino y se había marchado. Entonces yo pedí poleo como los demás , planta que era muy abundante en aquellos montes.

Otro suceso que recuerdo . Resulta que la provincia de Teruel había caído casi toda del bando gubernamental, es decir del lado de los rojos y no había quedado vivo ni un cura ni un fraile, habían asesinado a todos menos a los pocos que se escaparon. Algún domingo venia un cura y decía misa que se anunciaba. Pasados unos pocos años y debido a la exaltación religiosa que hubo en España después de la guerra, el seminario de Teruel se llenó  de jóvenes, que hechos los estudios se ordenaron como sacerdotes. Un  buen día anunciaron que se iba a celebrar la primera misa de un cura jovencito  y allí acudimos la totalidad del pueblo, yo estaba en las primeras filas de la iglesia cerca de los padres del celebrante. Pero resulta que las vinajeras no tuvieron el cuidado de taparlas y al olor del vino rancio cientos de moscas acudieron y allí con la tripa llena de vino no pudieron salir pues otras moscas querían entrar, total que la vinajera  del vino desde lejos se veía negra por las moscas. Cuando el monaguillo le trajo al celebrante las vinajeras , éste se dio de cuenta de que no había vino y si cientos de moscas muertas , hizo un gesto de asco , lo mismo que todos que estábamos cerca y lo vimos, pero se sobrepuso y aun escanció unas gotas con las que celebró. Yo estoy seguro que toda su vida habrá sentido repugnancia por las mosca y siempre habrá usado vinajeras con tapa y bien cerrada.   

Mi cuñado se hospedaba en una casa particular y se enteró de que un hijo de esa casa estaba en el monte con el maquis , entonces mi cuñado se dirigió a la maestresa y le dijo : Me he enterado de que su hijo esta con  los bandoleros ( así los llamaban) , pues bien ,si lo cogen hablaré bien de él, pero si nos vemos en el monte , hablaremos a tiros. Cuando lo cogieron declaró estas palabras del guardia que le había oído decir , pues él estaba en la buhardilla escondido y le estaba apuntando con su fusil. Mi cuñado era y es una persona muy noble. Continuará.

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