La guerra civil española causo la
persecución y muerte de todos los curas y frailes que se encontraban en la zona
que se llamo roja , al estilo de Rusia, es decir la gubernamental . Por este
motivo tanto la Iglesia como el gobierno presidido por el General Franco le
dieron el carácter de Cruzada , es decir como las antiguas Cruzadas de la Edad
Media, por lo tanto todos combatientes que morían en la guerra iban derechos al
cielo. Cuando se acabo la guerra hubo unos años de exaltación religiosa como
nunca se había producido y la moral tanto personal como publica se extendió por
toda España. Os voy a contar tres anécdotas que me ocurrieron a mi
personalmente : Un día allá por los años 1948 caminaba yo frente a la entrada
de la Universidad en la plaza del mismo nombre aquí en Barcelona y de pronto vi salir por la puerta principal
a dos muchachas extranjeras vistiendo unos pantalones largos. A pocos metros
dos Policías Armados que hacían guardia allí, se dirigieron hacia ellas , les
pidieron la documentación y las detuvieron. Acto seguido las condujeron supongo
que a la Comisaría de Policía. Yo vi que las muchachas iban vestidas muy decentemente
y por los gestos que hacían los guardias presumí que se trataba la detención
por llevar pantalones largos.
Por aquellas fechas yo iba a
comer al SEU que era un comedor oficial para estudiantes situado en el Paseo de
Gracia chaflán con la calle de Caspe y era una casa súper elegante son unas
cristaleras de colores preciosas y además la comida para estudiantes súper
barata. Había una disposición que ordenaba que todos los comensales tenían que
ir con corbata , cosa que a mi no me afectaba porque en mi trabajo siempre iba
de traje completo , camisa de manga larga y corbata. De pronto aparecieron unas
cuantas muchachas creo que alemanas que también venían a comer , pero como era
en pleno verano no llevaban combinación que llamaban debajo de la falda, con lo
cual al pasar frente a los ventanales se les traslucían los muslos de las piernas.
El segundo día sucedió lo mismo , pero el tercero observé que todos los
estudiantes apenas abrieron el comedor a la una, se lanzaron en tromba a elegir
aquellas mesas por donde pasaban las extrajeras y poderles ver las pantorrillas
aunque las faldas les llegaban por
debajo de las rodillas.
La tercera vivencia me ocurrió en
Pamplona. Eran finales de agosto y hacia un calor insoportable . Yo había
llegado en una Villavesa (autobús urbano) procedente de la estación del tren y
me dirigía a pie a la estación de autobuses
(todavía no tenia coche propio) llevando en una mano la maleta y como hacia
tanto calor repito, me había quitado la americana y la llevaba en la otra mano
. Se me cruzó a cierta distancia un guardia municipal con su traje blanco y su
gorra de plato, se dirigió hacia mi y me mando que me pusiese la chaqueta y me
dijo ¡yo también la llevo puesta.! Eso que llevaba la camisa de manga larga y
la corbata puesta. Gracias que aquello ya pasó y ni aquello, ni lo que vemos
hoy en Barcelona, casi desnudismo en verano.
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