La venta ambulante de libros
Como yo en Mutualidades Laborales hacía jornada continua, esto me permitía dedicarme por la tarde a otros menesteres. Mi primera ocupación laboral por la tarde recuerdo que fue la venta de enciclopedias Sopena de la siguiente forma. Había unos cuantos comerciales que recorrían todos los pisos de Barcelona y alrededores entregando propaganda de la citada Editorial. Alrededor del 5 ó 6 % de toda esta propaganda solicitaban ver los tomos y entonces yo entraba en acción y casi todas las visitas eran positivas. Además tuve la suerte de que mi primera venta fue una enciclopedia de piel que era bastante más cara y esto facilitó que me considerase la Editorial como vendedor cualificado .Voy a contar una anécdota que me ocurrió y cuya enseñanza me ha servido durante toda mi vida. Fui a una visita en un barrio extremo de Sabadell y resultó que era una huerta con una casita que más parecía una choza , estuve a punto de no entrar, pero lo hice . Resultó que la choza estaba interiormente rodeada de estanterías y en éstas no cabia una copa de metal más. Le pregunté al dueño cual era el origen de tanto premio y me manifestó que eran premios de fotografía. En efecto , el hombre se pasaba horas en el campo para fotografiar un amanecer o una puesta de sol y cuando llegaba el momento ¡zas! Pulsaba su máquina y no había concurso que se publicara que él no presentase su fotografía y casi siempre el premio era para él, así tenía la barraca de premios y era súper conocido en el sector. ¡Y yo tonto de mi que a pocas me vuelvo atrás al ver la barraca! Cosas veredes Sancho.
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