viernes, 2 de mayo de 2008

Reconstrucción (ll) 1787



Si la ruina de Sangüesa fue impresionante, la reconstrucción fue espectacular. Ya hemos dicho que la Diputación mandó a D. Zenón Gregorio de Sesma pero también mandó a D. Santos Ángel de Ochandategui, Director General de Caminos de Navarra.
Dice Zenón que lo primero que notó al llegar a Sangüesa el día 27 fue un hedor horrible por la cantidad de animales y personas muertas envueltas en el barro. La primera providencia fue reconstruir los lugares públicos, el horno, el molino y otros y despejar de escombros las calles de más tránsito. A continuación sacar los que estaban dentro de las casas, señalando el lugar para depositarlos. Ya en un principio aparecen 20 juntas de bueyes contratadas de los pueblos vecinos. Los maderos y balcones viejos se depositan en los conventos de la Merced y Sto. Domingo que habían sido abandonados. Se prohíbe que nadie saque de entre las ruinas despojos de ninguna clase sin permiso de la Junta para evitar fraudes. En el convento de San Francisco , el Carmen y Casa de la Ciudad se hacen celdas para albergar a los que no tienen choza. Estas se sitúan en el foso de la muralla, Prado de San Francisco, Campo del Pino y 25 en el alto, en el campo de Urrizola (Chola).
D.Santos y D. Zenón, nombran una Junta que está formada por el Alcalde, los dos Párrocos, cinco Regidores y un escribano. En cada barrio se nombra un Mayoral o Prior para que vigile la conducta de los vecinos y notando algún desorden repentino, puedan proceder a su arresto, dando cuenta a la Junta. Vigilarán que las aguas de las calles tengan salida, reconocerán los portales de las casas habitadas para que los desenronen en un tiempo prudencial so pena de un ducado de multa o diez días de cárcel. Si los vecinos no pueden reconstruir la casa, el Ayuntamiento ejecuta las obras y luego pasa cargo. Así se reparan 7 casas en la Rua Mayor entre ellas casa Paris, 4 en Las Torres, 7 en el Estudio, 1 en la Población y 1 en San Francisco.
La vendimia se hace con todo el personal disponible y se llevan las uvas a los pueblos vecinos, más del 30 % se queda sin vendimiar. Con el dinero que va llegando se hace una buena siembra y se procura dar jornal a todo el que lo necesita. Llegan ropas de vestir y camas que se reparten entre los necesitados.
Se piensa en cambiar la Ciudad y el puente de emplazamiento pero no hay dinero. Se pretende hacer un talud de tierra pero tampoco se hace. Por fin se construye un gran malecón de piedra desde la peña de S.Babil hasta Sta. María que es el que ahora existe. Las casas obligan a edificarlas de piedra hasta una altura de 5 varas (4 metros) de ahí arriba de adobes o de tapial. Los solares prácticamente no tienen variación y se construye con el dinero que llega unas casas dignísimas, que son las que hoy forman el casco antiguo de Sanguesa, sin embargo los vecinos que vivían en pisos de alquiler cambian totalmente de sitio, pues se debieron de acoger en las casas según se iban reconstruyendo.
De los Censos al Quitar equivalentes a los Préstamos Hipotecarios pero sin fecha de amortización, que los particulares tenían que pagar a la iglesia, unos fueron anulados, a otros rebajaron el capital a otros el interés y a otros las dos cosas a la vez, según la situación que habían quedado después de la Ruina.
Las cuentas de los pagos están hechas con una claridad y detalle ejemplares y relacionan las reparaciones efectuadas calle por calle, así como lo pagado a cada peón según su edad y días trabajados y la compra de yeso, ladrillos, canastos y otros. Hubo personas pudientes que no quisieron vivir en aquellas condiciones pero también muchas familias de los pueblos vecinos que vinieron a trabajar a Sanguesa se quedaron, con lo cual la población en 1835 era similar a la de 1787. Un dato muy interesante es que la natalidad que en 1786 era del 44 por mil, en 1797 era de 54 por mil, increíble, vistas las circunstancias pero cierto, según los registros de bautizos.
La reconstrucción se hizo en circunstancias muy difíciles, pues en 1791 hubo una peste que causó 128 muertos, otra en 1808-1809 con 175 fallecidos, otra en 1819-1819 con 124, en 1828 con 80 y la del cólera de 1833-1834 que causa 517 fallecidos, la más terrible, sin contar los invadidos que quedaron enfermos.
Además en este periodo se produjo la Guerra de la Independencia y los franceses establecieron guarnición en Sanguesa y hubo fusilamientos por ambas partes. 23 Regimientos y Batallones españoles se abastecieron de alimentos y piensos en Sanguesa durante esta guerra, Sin contar las tropas de la guarnición francesa que tenía allí su cuartel anteriormente. En 1833 estalla la primera Guerra Carlista y se convierte Sangüesa también en línea de fuego con cuatro fuertes que la defendían.










No hay comentarios: