Rogativas año 1776.
Muy grande tenia que ser la necesidad de agua para los campos, que se obliguen a hacer rogativas para implorar del cielo el socorro de las aguas. De siempre habíamos oído que la segunda quincena de mayo era la llave para las cosechas en Navarra, pues si faltaba lluvia , la planta no crece y lo poco que se desarrolla no es suficiente para criar las espigas normales de los cereales. Por este motivo, angustiado de mirar al cielo para ver si por algún lado vienen las deseadas lluvias, por fin se decide el Ayuntamiento a convocar a todos los vecinos para hacer esta rogativa el 26 de mayo. A partir de esta fecha, las mieses pierden su color verde y se secan y si no hay humedad repito adquieren ese color dorado que las identifica, las espigas no adquieren el tamaño normal, porque no se forma la deseada harina. En ese emomento se deciden, repito, a hacer una Procesión por las calles de la Ciudad , llevando a las efigies de Ntra., Sra. De Rocamador, Patrona de la Ciudad y a S, Francisco Xavier a quien se tiene por vecino de la misma. El Ayuntamiento convoca a los vecinos a la Procesión que saldrá de la Parroquial de Sta. María y que con el mayor fervor y humildad, pidan a Dios les envíe el deseado bien de la lluvia para salvar sus cosechas.
Muy grande tenia que ser la necesidad de agua para los campos, que se obliguen a hacer rogativas para implorar del cielo el socorro de las aguas. De siempre habíamos oído que la segunda quincena de mayo era la llave para las cosechas en Navarra, pues si faltaba lluvia , la planta no crece y lo poco que se desarrolla no es suficiente para criar las espigas normales de los cereales. Por este motivo, angustiado de mirar al cielo para ver si por algún lado vienen las deseadas lluvias, por fin se decide el Ayuntamiento a convocar a todos los vecinos para hacer esta rogativa el 26 de mayo. A partir de esta fecha, las mieses pierden su color verde y se secan y si no hay humedad repito adquieren ese color dorado que las identifica, las espigas no adquieren el tamaño normal, porque no se forma la deseada harina. En ese emomento se deciden, repito, a hacer una Procesión por las calles de la Ciudad , llevando a las efigies de Ntra., Sra. De Rocamador, Patrona de la Ciudad y a S, Francisco Xavier a quien se tiene por vecino de la misma. El Ayuntamiento convoca a los vecinos a la Procesión que saldrá de la Parroquial de Sta. María y que con el mayor fervor y humildad, pidan a Dios les envíe el deseado bien de la lluvia para salvar sus cosechas.
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