Riadas de Pastoriza
Por Sangüesa pasan todas las aguas que comprenden las cuencas de los ríos Aragón (antiguamente río Mayor) y el Irati (el antiguo río Guía), que abarca una porción muy importante de los montes Pirineos) . Estos montes se llenan de nieve desde Septiembre hasta marzo y por lo tanto tienen unas cotas muy altas. Antes de la construcción del embalse de Yesa, (gracias a la colaboración de los gobiernos de Primo Rivera y de Franco), las inundaciones eran numerosas, sobre todo en los meses de Octubre y Noviembre y recuerdo que había un síntoma que casi nunca fallaba. Horas antes de la riada, el caballo que estaba atado al pesebre de la cuadra de mi casa, comenzaba a dar golpes en el suelo con la pata delantera derecha sin parar, machaconamente. Mi padre se levantaba de la cama, se asomaba a la ventana, miraba al cielo y a continuación se iba a la orilla del río a ver como bajaba el agua. Las inundaciones eran más o menos importantes según la cantidad de nieve almacenada, pero la que ocurría cuando el deshielo del río, por los meses de mayo o junio era impresionante, chapas y mas chapas de hielo de un palmo y más de espesor bajaban dando tumbos por el río. Era un espectáculo que si podía no me lo perdía, ver bajar los bloques de hielo por la presa. Como digo en el escrito adjunto, las inundaciones normalmente cubrían la Pastoriza Baja, había veces que también llegaban al camino de Enmedio y raras veces lo hacían hasta Torrea. Mención aparte se merecen las inundaciones del año 1625 y la de 1787, llamada esta la de la Ruina, pues destruyó la ciudad y de unas 500 casas que había rodeadas de la muralla, solo quedaron en pie 39, aparte las iglesias y los palacio de piedra de sillería. Gracias a Dios, la presa de Yesa acabó con esta pesadilla y aunque hay quien dice que se puede venir abajo, la verdad es que es casi imposible pues es una presa de las llamadas de gravedad, que es mayor el peso de la fábrica, que la presión del agua que soporta, además de su estructura.
Por Sangüesa pasan todas las aguas que comprenden las cuencas de los ríos Aragón (antiguamente río Mayor) y el Irati (el antiguo río Guía), que abarca una porción muy importante de los montes Pirineos) . Estos montes se llenan de nieve desde Septiembre hasta marzo y por lo tanto tienen unas cotas muy altas. Antes de la construcción del embalse de Yesa, (gracias a la colaboración de los gobiernos de Primo Rivera y de Franco), las inundaciones eran numerosas, sobre todo en los meses de Octubre y Noviembre y recuerdo que había un síntoma que casi nunca fallaba. Horas antes de la riada, el caballo que estaba atado al pesebre de la cuadra de mi casa, comenzaba a dar golpes en el suelo con la pata delantera derecha sin parar, machaconamente. Mi padre se levantaba de la cama, se asomaba a la ventana, miraba al cielo y a continuación se iba a la orilla del río a ver como bajaba el agua. Las inundaciones eran más o menos importantes según la cantidad de nieve almacenada, pero la que ocurría cuando el deshielo del río, por los meses de mayo o junio era impresionante, chapas y mas chapas de hielo de un palmo y más de espesor bajaban dando tumbos por el río. Era un espectáculo que si podía no me lo perdía, ver bajar los bloques de hielo por la presa. Como digo en el escrito adjunto, las inundaciones normalmente cubrían la Pastoriza Baja, había veces que también llegaban al camino de Enmedio y raras veces lo hacían hasta Torrea. Mención aparte se merecen las inundaciones del año 1625 y la de 1787, llamada esta la de la Ruina, pues destruyó la ciudad y de unas 500 casas que había rodeadas de la muralla, solo quedaron en pie 39, aparte las iglesias y los palacio de piedra de sillería. Gracias a Dios, la presa de Yesa acabó con esta pesadilla y aunque hay quien dice que se puede venir abajo, la verdad es que es casi imposible pues es una presa de las llamadas de gravedad, que es mayor el peso de la fábrica, que la presión del agua que soporta, además de su estructura.
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