Lechones en la Residencia Val de Hebron 1980

Lechones en la Residencia de la Val d¨Hebron

Acababa yo de incorporarme a la Jefatura de Contabilidad en la Residencia cuando llegó a mis manos una factura por la compra de 20 lechones a nombre de un Doctor Médico. Pregunté de qué se trataba y me informaron que era habitual. Había dos equipos médicos que habían solicitado sendos Créditos para hacer estudios sobre ciertos temas y uno era el de los lechones. Quise saber también a que Hospital pertenecían y me dijeron que eran del Hospital de Medicina General. No me di por satisfecho, pues en mi juventud en Navarra era normal comer en las ciertas tabernas “ cutico asado” y claro no me encajaba qué pintaban veinte lechones en un gran hospital. Un día vino el médico titular del Crédito par solicitar otro,  pues tardaban dos o tres meses en dar la autorización del Ministerio en Madrid  y me explico el motivo . Me dijo (en aquellos años, 1980) que todas las personas cuando nacemos ya tenemos propensión a tener infartos del corazón y que la vida que llevamos en el día a  día, se desarrolla esta propensión o no. Entonces me dijo que el corazón animal más parecido al humano es el del cerdo y ellos usan los lechones , les dan descargas eléctricas y otros experimentos y analizan luego el comportamiento del corazón. Naturalmente, cuando han experimentado y hecho diabluras con el pobre lechón, se lo comen bien condimentado. Esto lo hacen habitualmente con todos y claro, ante la ciencia, yo no voy a poner ningún obstáculo  eso sí, cada factura que posteriormente me llegaba  yo no pensaba en la Ciencia sino en las merendolas de cutico que se iban a dar, pues naturalmente después de despanzurrado el animal, no lo iban a entregar en la cocina para que se lo comiesen los enfermos.