¡Pedro, si alguien te dice que Dios no existe, dile que es mentira, porque no se ha visto en la necesidad de pedir algo imposible! Yo soy el hombre más malo de Barcelona, yo de niño no hice la Primera Comunión, jamás he ido a Misa, solo a algún funeral por compromiso por algún amigo o compañero de trabajo . Yo en la guerra era Oficial de la Legión Extranjera y me expulsaron por indeseable, es como si el diablo expulsa a algún demonio del Infierno por malo, pero era un andaluz la mar de simpático.
¿Qué había sucedido? El nombre de guerra de mi amigo en el Barrio Chino de Barcelona era Luis y era uno de sus cabecillas. Un día en el centro de trabajo se peleó con un navarro como una torre. Al acabar la jornada salía este paisano, Miguel, de mi despacho y de pronto oí pisadas fuertes en el suelo y gritos, salí corriendo y vi a los dos enzarzados en una pelea. Luis había esperado a Miguel que saliese al pasillo y allí se abalanzó sobre él, el navarro le cogió del jersey, pero Luis tenía en la mano una chaira ( navaja muy pequeña ) con la cual quería rajar la cara a Miguel. Me interpuse entre los dos y de pronto vi que al navarro de salía del cuello un chorro de sangre como un grifo y me dejó mi traje lleno de sangre. Los dos pesaban unos cien kilos cada uno. Miguel salió corriendo y gritando ¡me ha matado, me ha matado! se fue al Dispensario que estaba en la casa de al lado y allí el médico de guardia le taponó la herida y acto seguido lo llevaron en un taxi a la Clínica de la Alianza donde los médicos le operaron y le cosieron la yugular que gracias a Dios no se la había cortado del todo .En la tintorería donde mi esposa llevó mi traje , le dijeron que como me conocían no avisaban a la Policía como era su obligación. Fue desterrado a Canarias y a los años cuando volvió, tuvimos la conversación con la que comienzo este escrito. Los dos pobres ya se fueron de este mundo y Allá se habrán contado el motivo por el cual se pelearon. Por eso cuando oigo a alguien que es ateo o agnóstico, me acuerdo de Luis y pienso ojala no te tengas que arrepentir.
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