La Cárcel los domingos
En mi temprana juventud (antes de la guerra) era normal que al pasar por la cárcel que estaba en los bajos del castillo, oíamos cantar y gritar y era que había mozos en la cárcel. ¿Qué había pasado? Sencillamente en aquellos tiempos la gente no tenía un real, pero siempre durante todo el año había cuatro o cinco tabernas abiertas en casas particulares donde se vendía vino y las cuadrillas de mozos iban chiquiteando de una a otra y siempre iban cantando por lo bajinis o silbando, siempre alegres y bulliciosos. Naturalmente según pasaban las horas iban levantando la voz y a cantar se ha dicho. Como ya se habían cansado de dar vueltas al pueblo, se quedaban en las tabernas a cantar unos en una y otros en otra. Rara vez se mezclaban. Si el vino era bueno se sacaban el porrón o el jarro a la calle y ahí a grito pelado iban cantando las canciones de moda, a partir de agosto las Murgas que se habían cantado en San Fermín .A partir de las diez , a callar , silencio , los alguaciles se habían retirado y venían los serenos imponiendo silencio, pero ¿Cómo iban a callar con el vino que llevaban “dentro”?. Volvían los serenos y amonestación por segunda vez ,pero al irse , vuelta a la canción pero al volver los serenos ( ya de noche), por segunda vez, si no se callaban les echaban un peseta de multa . Como casi nadie las pagaba , el Alcalde y según las pendientes les imponía uno, dos o más domingos de cárcel. Así que a las ocho de la mañana con las orejicas cachas, por la Galería se iban a la cárcel. Allí el seño Primitivo (el carcelero) les abría la cárcel y las celdas y se juntaban todos. Al mediodía las madres o las hermanas les llevaban la comida y a la noche una manta, no de las buenas y el lunes a las seis el bueno de Primitivo les habría la puerta y todos corriendo a por los ajadones o las layas y al campo o a Pastoriza. No os digo nada la que armaban en la cárcel varios jóvenes juntos. Eso sí los casados o los que tenían novia no les ocurría esto, pues las novias o las esposas ya se preocupaban de que no estuviesen dando vueltas por las tabernas del pueblo. Después de la guerra cambió la cosa, se construyó la Cooperativa Vinicola con lo cual desaparecieron las tabernas particulares y se acabó el cantar por las calles, Habían muerto más de cien jóvenes en el frente y en las cunetas, y ya luego vino el racionamiento y no había humor para cantar. En aquellos tiempos del hambre , ¡no comíamos pero nos reíamos más!.
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