La madre que mató a su hijo
Es verdad que el Hospital es un mundo, pues ya he contado dos circunstancias que me tocó vivir y hoy os cuento una tercera. Era aquellos tiempos en los que todavía la medicina moderna estaba en mantillas y como estábamos en plena guerra civil , todavía la cosa era más grave , porque no había medicinas y nos hacían pasar los dias más entretenidos a base de vino . Cada día nos daban una botella de ¾ a la hora de comer y si pedías te daban otra a la hora de cenar. Sobraba vino en Navarra y en el hospital faltaban medicinas y éstas eran para los heridos que en trenes venian del frente al Hospital de Navarra. Este caso es el siguiente: Una tarde alla a las seis, trajeron desde la mesa de operaciones a un muchacho de unos diez años que le habían operado creo que de apendicitis. Con él vino su madre, una peraltesa de aquellas que decía ¡Aquí estoy yo! El ambiente era estupendo, hasta entonces yo era el más joven, pues tenia trece años y era el crío de la sala. Recuerdo que alguno cantaba por lo bajinis, otros charlaban en alta voz, otros jugaban a las damas .Al poco rato de traer al chaval, vino el médico D.Fermín Irigaray, el chaval estaba con la anestesia y el médico dijo que no probase ni agua, en no se cuantas horas. Cuando despertó debía de tener algo de fiebre y comenzó a decir ¡tengo sed! , la madre le tenia cogido de la mano y el chaval con una voz apagada repetía ¡tengo sed! Los enfermos de las camas de al lado, le decían ¡señora no le dé, que se aguante un poco!, pero tantas veces lo repitió, que al fin le dio un poco de agua. Le debió de subir la fiebre , porque otra vez volvió con la muletilla de la sed. Se hizo de noche y el chaval seguía con la sed y al final la madre le volvió a dar agua y le debió de subir más la fiebre. Así se pasó la noche, el chaval pidiendo agua y la madre dándole. A la mañana siguiente estaba inquieto cada vez más y comenzó a delirar, los compañeros le decían a la madre, ¡la culpa la tiene Vd. por darle agua!, la madre comenzó a desesperarse hasta que el chaval se quedó inmóvil, vino el médico de guardia y dijo que había fallecido y se lo llevaron . Cuando vino el médico de la sala D. Fermin , al ver la cama vacía , pobre hombre, decía pero si yo le dije a la madre que en tantas horas no tomase ni agua. Dijo que había tenido una peritonitis ,creo y que la muerte habia sido fulminante. Pobre madre que desesperación tenía que tener, aumentada con la certeza de que ella había sido la causante. Cosas veredes, Sancho!.
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